Cada vez hay más pruebas que sugieren que los cambios en la microbiota intestinal desempeñan un papel importante en el desarrollo de la ansiedad, la depresión y otros trastornos psiquiátricos. Sin embargo, se ha estudiado poco cómo el microbioma oral afecta la salud mental. Para cambiar esto, investigadores de la Universidad Xi’an Jiaotong realizaron un estudio de casos y controles sobre el tema y encontraron un vínculo entre bacterias orales específicas y el desarrollo de depresión y ansiedad.
Según la Organización Mundial de la Salud, los trastornos de ansiedad y la depresión son enfermedades mentales prevalentes, alrededor de 264 millones sufren los primeros y 322 millones los segundos en todo el mundo. La alta prevalencia de estas enfermedades mentales y sus consecuencias negativas las han vuelto muy preocupantes, afirmaron los autores del estudio.
Los investigadores buscaron evaluar la relación entre los microbiomas salivales y del dorso de la lengua y la ansiedad y la depresión. Con este fin, analizaron la predisposición genética individual de una gran cohorte de participantes del Biobanco del Reino Unido con depresión y ansiedad contra los controles con respecto a sus microbiomas salivales y del dorso de la lengua utilizando los datos resumidos más recientes de un estudio de asociación del genoma completo del microbioma oral.
El equipo identificó interacciones significativas entre los microbiomas salivales y del dorso de la lengua y la ansiedad y la depresión. Encontraron bacterias orales como Centipeda periodontii , Granulicatella y Eggerthia asociadas con ambas enfermedades mentales.
Puede haber varios mecanismos para el vínculo entre la mala salud bucal y los trastornos mentales. Se sabe que la enfermedad periodontal afecta las encías y el periodonto y que las bacterias pueden ingresar al torrente sanguíneo a través del daño a las encías y, si la barrera hematoencefálica está debilitada, también pueden ingresar al cerebro. Por medio de sustancias mensajeras que promueven la inflamación, la enfermedad periodontal también puede influir indirectamente en el sistema nervioso central.
Los mecanismos exactos por los cuales se desarrollan estas condiciones y las posibles formas de prevención, por ejemplo, el cuidado dental (profilaxis periodontal), la higiene bucal y las estrategias nutricionales, ahora deben investigarse más a fondo.
“Este trabajo destaca la necesidad de más investigación sobre el papel potencial del microbioma oral en los trastornos de salud mental para mejorar nuestra comprensión de la patogénesis de la enfermedad, lo que podría conducir a nuevos objetivos de diagnóstico y estrategias de intervención temprana”, concluyeron los autores del estudio.