En la primera visita se realiza un estudio del paciente, y dependiendo de la tonalidad del diente y del tipo de tinción de este, se valora qué sistema de blanqueamiento ofrecerá mejores resultados estéticos.
La intensidad del blanqueamiento dependerá de cada paciente y de su edad (mayor cuanto más joven). En general responden bien casi todos los dientes, incluso los casos de tinción por tetraciclinas (bandas marrones o grises) mejoran su color, aunque no llegan a desaparecer las bandas.
Previamente hay que hacer una limpieza profesional para retirar cualquier tinción superficial y el tártaro para no interferir en el procedimiento. También se deben realizar las obturaciones que fuesen necesarias.
Es normal que los dientes blanqueados experimenten sensibilidad durante varios días. Por ello se utilizarán cubetas a medida con agentes desensibilizantes.
Para el mantenimiento del resultado obtenido debemos realizar cada 12 ó 18 meses un pequeño recordatorio, evitando así que poco a poco vayamos perdiendo la luminosidad obtenida.