Los implantes dentales son pequeñas estructuras de titanio que se colocan en el hueso de la mandíbula o el maxilar, y que actúan como anclajes para soportar dientes artificiales.
Los implantes dentales pueden ser utilizados para reemplazar uno o varios dientes ausentes. También pueden ser utilizados para soportar puentes dentales o dentaduras completas.
La colocación de implantes dentales es una cirugía muy especializada que requiere habilidades y experiencia. El proceso implica varias etapas, que incluyen:
1º- Evaluación del paciente
2º-Planificación del tratamiento
3º-Colocación del implante dental
4º-Periodo de Osteointegración
El implante dental consta de tres partes principales:
El implante es la parte que se coloca quirúrgicamente en el hueso, el pilar se coloca sobre el implante y la prótesis dental se coloca sobre el pilar para reemplazar el diente faltante.
Es una técnica avanzada de implantología dental que permite la colocación de una prótesis dental provisional inmediatamente después de la colocación del implante.
Los implantes de carga inmediata son posibles en casos de pérdida de dientes individuales o incluso una arcada completa, pero siempre que el implante esté lo suficientemente estable y el paciente entienda que debe mantener fuera de función las prótesis durante el periodo de osteointegración.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que no en todos los casos se puede realizar esta técnica, de ahí la importancia una la planificación adecuada.
Mediante la fusión en el ordenador de un escaneado intraoral y otro extraoral, podemos fabricar unas plantillas quirúrgicas que nos permiten la colocación precisa de los implantes a través de la encía, sin incisiones ni suturas, lo que acorta el tiempo de intervención y mejora el postoperatorio del paciente.